Este periodo, marcado por la partida del Papa Francisco, nos recuerda el valor de vivir con vocación, empatía y compromiso. Su legado nos inspira a seguir construyendo una comunidad educativa más humana, donde el servicio y la esperanza sean parte de cada paso.

Con ese mismo espíritu, celebramos a nuestras maestras y maestros este 15 de mayo, reconociendo su entrega diaria y su papel fundamental en la vida de tantas niñas, niños y jóvenes. También felicitamos a las y los estudiantes de nuestra comunidad por su día —a través de sus familias— reconociendo su esfuerzo, constancia y sueños que también son los nuestros.

Me alegra compartir en este espacio, que hemos firmado convenios con el Instituto de la Mujer del Estado de Morelos y el Tribunal Unitario de Justicia Penal para Adolescentes, fortaleciendo alianzas en favor de entornos más justos, empáticos y con acceso a una educación de calidad.

Finalmente, les comparto con entusiasmo que nuestra sede en Temoac muy pronto estrenará un nuevo espacio, más amplio y digno, para seguir acompañando a la niñez y juventud de esa región rural.

Gracias por ser parte de esta misión. Sigamos construyendo juntos y juntas, con fe y compromiso.